__Historia ///
2º edad del Sol ///
Tierra Media e Imperecederas*
La Segunda Edad fue la Edad de los númenóreanos. Como se narra
en el «Akallabêth» o «La Caída de Númenor», éstos eran
hombres que descendían de los edain de la Primera Edad y a
quienes los Valar habían entregado la tierra recién creada en
mitad del ancho mar que separaba la Tierra Media de las Tierras
Imperecederas. Se concedió a los númenóreanos una esperanza de
vida mucho mayor que la de los humanos corrientes, y con el paso
de los siglos su poderío y riqueza crecieron, y su marina navegó
por todos los mares del mundo mortal. Númenor, que a menudo se
traduce por Oesternesse, era llamada también «tierra de los
dones», «tierra de la estrella» y Atlantë, porque era, de
hecho, la reinvención de Tolkien del antiguo mito del continente
perdido de Atlantis. La Númenor de Tolkien era un reino que
ocupaba una isla con forma de estrella de cinco puntas. En su
punto más estrecho medía cuatrocientos kilómetros de anchura y
casi el doble en el punto más ancho. Se dividía en seis
regiones: una por cada península y una sexta que era el centro
de la isla, donde se alzaba la montaña sagrada, Meneltarma, o «pilar
del cielo», la cima más elevada de Númenor. En sus laderas se
encontraba Armenelos, la «ciudad de los reyes», donde habitaba
el rey, que era la ciudad más poblada de Númenor. Más abajo se
encontraba el puerto real de Rómenna. Los otros puertos
importantes, Eldalondë y Andúnië miraban a Occidente, hacia
las Tierras Imperecederas. El primer rey de Númenor fue Elros,
hijo de Eärendil y hermano gemelo de Elrond Medio elfo; esto fue
porque, al final de la Primera Edad, cuando los Valar dijeron a
los gemelos Medio elfos que debían elegir su destino, Elrond
escogió el de los elfos inmortales, mientras que Elros se
convirtió en rey de los edain mortales. Sin embargo, al ser
Medio elfo, se le concedió una vida de quinientos años y gobernó
como rey de Númenor hasta el año 442 de la Segunda Edad.
Mientras los númenóreanos prosperaban en su isla, los Altos
elfos que habían sobrevivido a los conflictos de la Primera Edad
y que quisieron quedarse en la Tierra Media se reunieron bajo el
estandarte de Gil-galad, el último Gran Rey elfo, en el reino de
Lindon. Esta pequeña región, la única que escapó a la
destrucción de Beleriand, se encontraba a ambos lados del golfo
de Lune. A medida que fueron pasando los años, muchos de estos
Altos elfos de Lindon viajaron hacia el este y fundaron nuevos
reinos. Los señores sindar establecieron reinos entre los elfos
silvanos de Bosqueverde el Grande y el Bosque Dorado de Lothlórien
en la cuenca del Anduin. En el siglo octavo, los elfos noldor de
Celebrimbor establecieron el reino de los Herreros elfos de
Eregion, justo al oeste del reino enano de Khazad-dûm. Pero no
fueron sólo los elfos y los enanos quienes prosperaron y
crecieron durante esta época. Sauron el Hechicero permaneció en
el mundo mortal y se esforzó en ser el sucesor de Melkor como Señor
Oscuro de la Tierra Media. En el año 1000, Sauron comenzó a
crear en secreto su reino maligno de Mordor, esclavizando a las
razas de hombres bárbaros del este y del sur y reuniendo a orcos
y otros seres malignos en su reino. También comenzó a edificar
la Torre Oscura de Barad-dûr. Asumió una apariencia hermosa
bajo el nombre de Annatar, que significa «señor de los dones»,
e intentó seducir a los elfos con su sabiduría y su poder. Sólo
Celebrimbor y los Herreros elfos de Eregion creyeron el engaño.
Usando los poderes combinados de la magia y la metalurgia, Sauron
y los Herreros elfos colaboraron en la creación de muchos
objetos fantásticos. En el año 1500 alcanzaron la cúspide de
su capacidad y, siguiendo las instrucciones de Sauron, comenzaron
a forjar los Anillos de Poder. Para el año 1600 todos los
Anillos estaban acabados; Sauron regresó a Mordor
subrepticiamente, donde terminó la construcción de la Torre
Oscura de Barad-dûr y forjó el Anillo Único, con lo que se
convirtió en el Señor de los Anillos. Cuando los Herreros elfos
se dieron cuenta de que habían sido utilizados para que Sauron
se convirtiera en el todopoderoso Señor de los Anillos, se
rebelaron contra él y entre 1693 y 1701 se libró la sangrienta
Guerra de Sauron y los elfos. En ese conflicto Sauron mató a
Celebrimbor, destruyó la ciudad de los Herreros elfos, arrasó
Eregion y ocupó casi todo Eriador. Los enanos de Khazad-dûm
evitaron la guerra y cerraron sus puertas al mundo exterior. A
partir de entonces, el reino oculto fue conocido como Moria, el
«abismo negro». En la terrible pugna murieron la mayoría de
los elfos de Eregion. Los pocos que sobrevivieron fueron guiados
por Elrond Medio elfo a las estribaciones de las Montañas
Nubladas, donde fundaron la colonia de Imladris, que los hombres
llamarían más tarde Rivendel. Tras su victoria sobre
Celebrimbor, Sauron reunió sus fuerzas y marchó contra
Gil-galad de Lindon. En el último momento, una imponente flota
de númenóreanos se unió a las fuerzas élficas, y el ejército
combinado resultó tan potente que las legiones de Sauron fueron
completamente aplastadas y él tuvo que retirarse a Mordor.
Durante los siguientes mil años, Sauron no hizo nada contra los
elfos sino que se dedicó a las tribus bárbaras de Orientales y
haradrim, extendiendo su tenebrosa sombra por el mundo. Entre los
salvajes reyes de estos pueblos, y entre los númenóreanos
negros, distribuyó los Nueve Anillos de los Hombres Mortales. Al
llegar el siglo veintitrés se habían convertido en los Nazgûl,
sus principales siervos malignos, llamados por los hombres
Espectros del Anillo. Entretanto, los númenóreanos se habían
convertido en la máxima potencia naval del mundo. Crearon
numerosas colonias en las costas de la Tierra Media, así como
los puertos-fortalezas de Umbar y Pelargir. Por último, el
crecimiento del imperio marítimo de Númenor y del imperio
terrestre de Mordor llevó a una confrontación. En el año 3261,
una enorme armada númenóreana tocó puerto en Umbar y de ella
salió una fuerza potentísima que marchó sobre Mordor. Sauron
se dio cuenta de que su poder no era tan grande como el de los númenóreanos
y que no tenía posibilidad de vencerlos, ni siquiera recurriendo
a la fuerza de las armas. Aun así, los pueblos del mundo
quedaron asombrados cuando el Señor de los Anillos bajó de su
Torre Oscura en Mordor y se entregó. Los númenóreanos cargaron
de cadenas a Sauron, lo llevaron a su reino y lo encerraron en el
más seguro de sus calabozos. Pero, por medio de la astucia,
Sauron consiguió lo que no le fue posible por la fuerza de las
armas: aconsejó falsamente a los orgullosos reyes númenóreanos
y los corrompió, de manera que llegaron a hacer planes contra
los mismísimos Valar. Tan eficaz resultó esta corrupción que
los númenóreanos osaron reunir la mayor flota de barcos que
nunca se había visto y zarparon hacia el oeste para hacer la
guerra a los Poderes de Arda. Debido a este acto, Ilúvatar hizo
que la hermosa isla de Númenor se hiciera pedazos. Las montañas
y las ciudades se derrumbaron, el mar se alzó iracundo y todo Númenor
se hundió en un abismo acuático. Con aquel cataclismo llegó
también el Cambio del Mundo. Las Tierras Imperecederas fueron
situadas más allá de las Esferas del Mundo y quedaron para
siempre fuera del alcance de todos, con excepción de los
Escogidos, quienes viajaban en barcos élficos por el Camino
Recto atravesando las esferas de ambos mundos. Aquél fue el fin
de la Edad de Atlantis, tal y como la conocemos en los mitos, y
el mundo se cerró en sí mismo. Ya no era un mundo plano
limitado por un Mar Circundante y encerrado dentro de una esfera
de aire y éter, sino que se convirtió en el planeta esférico
que nosotros conocemos. Pero la Segunda Edad no terminó con el
Hundimiento de Númenor en el año 3319, ni tampoco desapareció
completamente la herencia de los númenóreanos. Porque, como
cuentan las historias de esa época, había algunos de entre los
númenóreanos, mandados por los príncipes de Andúnië, que se
denominaron a sí mismos los Fieles y se negaron a dar la espalda
a los Valar y los eldar. Guiados por Elendil el Alto, navegaron a
bordo de nueve barcos en dirección este, hacia las costas de la
Tierra Media, en el momento del cataclismo. Éstos fueron los dúnedain,
los Fieles númenóreanos supervivientes que establecieron los
reinos de Arnor y Gondor en la Tierra Media. Pero casi
inmediatamente hubo pugnas y conflictos porque, gracias al poder
del Anillo Único, Sauron también escapó de la Caída de Númenor
y regresó a Mordor, donde comenzó a planear la destrucción de
todos los reinos élficos y dúnedain que quedaban en la Tierra
Media. Como respuesta se formó la Última Alianza de elfos y
hombres, y el ejército de Sauron fue derrotado en la Batalla de
Dagorlad. Entrando en Mordor, la Alianza puso sitio a la Torre
Oscura durante siete largos años hasta que Sauron fue vencido.
En este último combate, el rey dúnadan Elendil y su hijo Anárion,
así como el último Gran Rey de los elfos en la Tierra Media,
Gil-galad, fueron muertos antes de que Isildur, hijo de Elendil,
cortara el dedo en el que Sauron tenía el Anillo. Con la
conquista de Mordor, la destrucción de la Torre Oscura, la
expulsión de los Espectros del Anillo y la caída de Sauron, en
el año 3441, la Segunda Edad del Sol terminó.
* Basada en la Enciclopedia de Tolkien de David Day, información personal, el Señor de los Anillos, el Hobbit, Mapas de Tierra Media, etc.